En tratamientos faciales el combinar los infrarrojos, la radiofrecuencia y el masaje ayudan a la absorción para calentar los tejidos de forma precisa.
La combinación de la tecnología de absorción e infrarrojos junto con la radiofrecuencia produce el calentamiento intensivo de las células, los tabiques fibrosos circundantes y las fibras dérmicas subyacentes de colágeno.
El calentamiento eficaz se obtiene mediante un mayor nivel de radiofrecuencia.
El diseño óptimo de los electrodos, así como la absorción simultánea, permite que el calor penetre de forma más rápida y profunda en la piel.
Este proceso favorece la circulación, el drenaje linfático, el metabolismo celular y la acumulación de colágeno, además de estimular la actividad fibroblástica y remodelar la matriz extracelular.
La temperatura ambiente de los cosméticos, suele ser unos 20 grados, mientras que la de nuestra piel está en torno a otra temperatura.
Esa diferencia casi de 15grados, al aplicar el cosmético hace que la piel reaccione ya que el frío está afectando a su sensibilidad.
La piel en ese momento intenta aceptar esa diferencia de temperatura y adaptarse, pero no aprovecha los activos de los productos porque tiene un exceso de estrés al intentar adaptarse a esa diferencia de temperatura.
En cambio, si calentamos ligeramente con las manos las cremas, la piel aprovecha mejor sus beneficios
Es muy importante acompañar al tratamiento en gabinete con un apoyo domiciliario con la vitamina C, que el cliente/a aplicara cada mañana en forma de sérum o concentrado, antes de la hidratante y del fotoprotector.
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